![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjB76LYd8bYCLEPrFmLUL94eC6FaKHw9XznoyopElkycRpnfP2SU0nfMJHfn-r87iMTGHzGkgnE-lied-ufP9yiDQ5AZ-wEGbU6jOqg1tTn6TTdAiSWhI5OlKIoCWRezEu1NpU90u_2YX-c/s400/Mar+Rojo.jpg)
(Fuente: EL Periódico - Mediterráneo)
Dos ciudadanos españoles, valencianos para más señas, han desaparecido en el naufragio del 'Coral Princess', barco hundido el pasado jueves en aguas del mar Rojo egipcio.
Según los testimonios de los doce españoles supervivientes, la causa del naufragio vino dada por la incompetencia del capitán, la precariedad del barco y la falta de un plan de emergencia.
«Desde el inicio del crucero, el barco navegaba escorado. Se lo comentamos al capitán pero dijo que no nos preocupáramos», relata uno de los supervivientes por teléfono desde un hotel en Sharm el Sheij, donde la expedición espera nuevos pasaportes para partir hoy hacia El Cairo.
El 'Coral Princess' tenía 28 metros de eslora y el casco de acero, una composición que aceleró su desplome. Las autoridades egipcias han apuntado al viento y el oleaje como la causa del naufragio, pero su versión no se sostiene a ojos de los españoles. «El mar no era una balsa pero se podía nadar con facilidad». Los supervivientes creen que el casco tenía vías de agua. «Al hundirse la popa, el agua entró en la sala de máquinas y saltó a los camarotes».
El capitán y la tripulación egipcia, entre 8 y 10 personas, no tenían plan de emergencia. Fueron los propios turistas los que soltaron las 'zódiacs', armaron la balsa y organizaron la evacuación. Las bengalas y los botes de humo estaban caducados. Solo una funcionó. Durante más de dos horas esperaron a unos seis kilómetros de la costa que les rescataran.
En esa zona buscan ahora dos buques de la marina egipcia a Israel y María. Nadie sabe exactamente a qué profundidad se encuentra el Coral Princess, pero podría oscilar, según varias fuentes, entre los 100 y los 1.500 metros.
Atención a la precariedad de los medios que se utilizan en muchas actividades lúdicas. Con la mar no se juega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario